Si estás buscando un lugar perfecto para una escapada rural en la provincia de Salamanca, la Casa Roble en Almenara de Tormes es una opción que no te puedes perder. Ubicada en la Finca Montealmenara, cerca de la carretera CM-SA-8, esta casa rural ofrece un entorno tranquilo y acogedor para disfrutar de la naturaleza y la compañía de tus seres queridos.
Un lugar amplio y acogedor
La Casa Roble es sinónimo de amplitud y comodidad. Con una distribución en una sola planta, esta casa está diseñada para que todos se sientan a gusto desde el primer momento. El salón, que cuenta con dos plantas, es el corazón del hogar, un espacio perfecto para reunirse y disfrutar de una buena conversación o una película en familia.
Las habitaciones son muy cómodas y están equipadas con camas de calidad, garantizando un descanso reparador. La limpieza es impecable, lo que facilita la convivencia y hace que la estancia sea aún más agradable. ¿A quién no le gusta llegar a un lugar y encontrarlo todo limpio y ordenado?
Entorno natural y actividades
La ubicación de la Casa Roble es ideal para los amantes de la naturaleza. Situada cerca del Río Tormes, es perfecta para dar paseos relajantes y disfrutar del paisaje. El jardín y la piscina están muy bien cuidados, ofreciendo un espacio ideal para disfrutar al aire libre, especialmente en los días soleados de verano.
Aunque algunos visitantes han mencionado que la ubicación puede ser un poco liosa al principio, una vez que llegas, te das cuenta de que el esfuerzo vale la pena. La tranquilidad y la belleza del lugar hacen que cualquier pequeño inconveniente se olvide rápidamente.
Para quienes visitan Salamanca, es importante tener en cuenta que la distancia real hasta la ciudad es de aproximadamente 30 minutos en coche, no los 15 minutos que algunos podrían esperar. Esto es algo a considerar si planeas hacer varios viajes a la ciudad durante tu estancia.
La gestión de la casa es otro de los puntos fuertes de la Casa Roble. El propietario es ágil y eficiente en su comunicación, y la persona encargada de recibir a los huéspedes, Isa, es encantadora, servicial y siempre dispuesta a ayudar en lo que necesites.
Aunque hay pequeños detalles que podrían mejorarse, la experiencia general es muy positiva y muchos visitantes ya están pensando en repetir, especialmente en invierno para disfrutar de la chimenea.
Si estás planeando tu próxima escapada, no dudes en considerar la Casa Roble. ¡Te aseguramos que no te arrepentirás!
